Hace pocos días conocimos el nuevo convenio colectivo que había firmado la aseguradora AXA con sus trabajadores en relación al reconocimiento del derecho a desconectar el móvil fuera del horario de trabajo
Esta regulación establecida por la empresa gala permite que los empleados no tengan que responder a los correos electrónicos, WhatsApp o mensajes de índole profesional fuera de su horario laboral aun llevando un teléfono de la propia compañía.
Esta medida es pionera en España y se trata del primer acuerdo de una gran empresa que reconoce el derecho de apagar el móvil al salir del trabajo.
El derecho a romper con la conectividad permanente.
Las nuevas tecnologías y en especial los smartphones han sido instrumentos clave a la hora de limitar nuestra libertad y nuestro derecho a desconectar de nuestro trabajo.
Gracias a estos dispositivos hemos conseguido ser más productivos, más ágiles y proactivos en la gestión diaria de nuestro trabajo, pero como muchas otras innovaciones lleva acarreadas algunas lacras; en este caso la más importante es la de la conexión permanente a nuestro trabajo y a esa incapacidad, en ocasiones enfermiza, que nos arrastra a estar pendientes continuamente del teléfono.
Nos ha llamado la atención este artículo acerca de un estudio de la Consultora Adecco, que afirma que más de un tercio de los trabajadores no son capaces de desconectar durante las vacaciones. Pero nos preguntamos si no pueden por imperativo laboral o por la incapacidad de evadirse por unos días de la rutina diaria. En cualquier caso, la desconexión laboral no solo es un derecho, también una necesidad por cuestiones de salud.
Cansancio, estrés y ansiedad son algunos de los peligros de esta hiperconectividad permanente.
El 1 de enero de este mismo año Francia fue el primer país que obligó a establecer un horario de conexión al móvil e Internet para todas las empresas de más de 50 trabajadores. En Alemania, la empresa automovilística Volkswagen fue la pionera a la hora de implantar un bloqueo al correo en el móvil entre las 18:15 h de la tarde y 7:00 h de la mañana sobre 1000 empleados en el año 2011. Italia está trabajando actualmente en una ley de similares características.
España aún carece de legislación en este aspecto, algunos expertos señalan que no es necesario establecer un marco regulatorio ya que el propio Estatuto de los Trabajadores delimita un horario laboral y todo el trabajo realizado fuera de ese horario, como recibir llamadas o contestar emails, se consideran horas extraordinarias.
No obstante, los nuevos sistemas trabajo flexible unidos a la tecnología han establecido una definición mucho más difusa del horario laboral, ahora los límites no están tan claros. Hace unos años el trabajador acudía a su oficina y hacía su horario marchándose hasta el día siguiente, hoy esto resulta prácticamente imposible.
Hace unos años el trabajador acudía a su oficina y hacía su horario marchándose hasta el día siguiente, hoy esto resulta prácticamente imposible.
Desconectar es sano. “Estar constantemente conectado al trabajo crea un estrés que no es bueno para el cerebro ni para muchos otros órganos”, afirma sin ambages Javier de Felipe, neurocientífico del Centro Superior de Investigaciones Científicas.
En palabras de Consuelo Chacartegui, vicedecana de la facultad de derecho de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, “hoy en día podemos hablar de un alargamiento camuflado de la jornada laboral, y gracias a esta conexión permanente que a veces impone el propio mercado se acaban realizando horas extra de forma sistemática no remuneradas. No tenemos obligación de contestar una llamada o un correo electrónico, pero en la práctica sabemos que el profesional está presionado a hacerlo”.
En España lo hace el 67%, atendiendo a las cifras de un estudio de la consultora de recursos humanos Randstad, que señala que el 41% de los trabajadores afirman sentirse presionados para responder llamadas y e-mails durante sus vacaciones.
“Deberíamos apuntar a una sociedad que entienda que esta hiperconectividad es perjudicial para la salud, como el tabaco”. Enric Puig Punyet.
Pero también es cierto que es en ocasiones es el propio trabajador, sin una obligación especial por parte de sus superiores, el que se engancha a esa conectividad permanente. La tecnología esclaviza, siempre y cuando nos dejemos esclavizar. Hay profesionales que se vuelven adictos a la adrenalina de simular que están al tanto de todo y en todo momento, en esa permanente cresta de la ola que les lleva a un límite que les impide saber parar.
La hiperproductividad genera estrés y esa falta de descanso no nos ayudará a ser más productivos ni creativos.
¿Puede sancionarnos la empresa por no responder una llamada del jefe en horario laboral o responder un correo electrónico?
Según Víctor Ruiz Ezpeleta, profesor de la EAE Business School, en una entrevista realizada en Cadena SER la respuesta es no. En España no existe una ley como tal pero sí existe jurisprudencia al respecto, por ejemplo, ya en el año 1997 la Audiencia Nacional determinó que es ilegal que la empresa obligue a sus trabajadores a tener siempre conectado el teléfono móvil.
Y tú, ¿Consigues desconectar al finalizar tu horario laboral?
