Todos estamos de acuerdo si partimos de la base que lo más complicado dentro de esta estrategia de marketing digital es recopilar una buena base de datos para hacer nuestra campaña.
Suele ser una tarea ardua y extremadamente lenta en la mayoría de las ocasiones, por eso es normal que se nos pase por la cabeza buscar por internet empresas que nos provean de una base de datos para llevar a cabo nuestro cometido.
En teenvio.com recibimos semanalmente bastantes llamadas preguntando si somos proveedores de base de datos o de si conocemos alguna empresa fiable que las pueda vender.
Nuestra respuesta es siempre la misma, no proveemos de bases de datos y además desaconsejamos su compra. Por eso hemos elaborado este post, para recoger de forma inequívoca los motivos por los cuales no estimamos conveniente comprar bases de datos para enviar newsletters a través de correo electrónico.
Aspectos legales
Simplemente por un tema puramente legal podríamos zanjar este artículo, ya que la Ley Orgánica de Protección de Datos y la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico impiden el envío de comunicaciones comerciales a través de medios electrónicos a destinatarios que no han dado su consentimiento previo. Es obvio señalar que cuando compramos una base de datos los destinatarios de la misma no han dado su consentimiento para que les enviemos información.
Hay servicios de venta de base de datos que señalan que los contactos de la misma si han aceptado el envío de comunicaciones comerciales a través de medios electrónicos, pero hablamos de una aceptación global. En este caso la legislación es bastante clara al respecto y no vale un consentimiento tácito general sino un consentimiento expreso.
Fiabilidad de la base de datos
¿Estos mails están en funcionamiento? ¿Alguien los lee? ¿En el caso de que alguien los lea, es una persona con capacidad como para tomar decisiones respecto a la compra? ¿Existen estos mails? ¿De dónde son los contactos que voy a comprar? ¿Tengo una idea acerca de sus gustos, preferencias o se ha llevado algún tipo de segmentación por intereses con ellos?
Son demasiadas preguntas que tienen una difícil respuesta, cuando menos poco precisa. De qué nos vale adquirir una base de datos de la que apenas tenemos información y que posiblemente no estén interesados en los productos o servicios que vende tu empresa.
Si hay una característica que hace eficiente al email marketing es su posibilidad desde segmentación y de poder aprender campaña a campaña las preferencias de nuestros contactos, para poder así enviarle información que sabemos de antemano que si le suscita algún tipo de interés, gracias al feedback de comportamiento que tenemos con las newsletter de campañas anteriores.
Los spamtraps o cuentas trampa
Hablamos en un artículo anterior acerca de los spamtrap o cuentas trampa con las cuales se sirven los proveedores de servicios de mail (Email Server Provider) para identificar el spam.
Son cuentas de correo electrónico que han quedado en desuso desde hace muchos años o bien que los propios Gmail, Yahoo o Hotmail han creado con el objetivo de marcar como spam a aquellas cuentas de correo electrónico que les envíen información comercial, ya que estas cuentas jamás se han suscrito a ningún boletín electrónico previamente.
Es imposible identificar en una base de datos comprada una cuenta de correo trampa, de hecho, es probable que pueda haber más de una en el paquete comprado.
¿Y qué ocurre si envío un boletín electrónico a una cuenta trampa? Lo más probable es que no vuelvas a llegar a la bandeja de entrada de ninguna cuenta de correo del mismo proveedor, por ejemplo Gmail, aunque el resto de contactos que usen un correo de Gmail te hayan proporcionado sus datos de acuerdo a la ley. Además, las probabilidades de ser incluido en una lista antispam se incrementan notablemente, con lo que los esfuerzos que hagas en email marketing pueden ser en vano ya que se complica el que ese mail llegue a la bandeja de entrada de su destinatario.
Alto índice de rebote
Esta es una consecuencia directa del envío a cuentas de correo que no existen, que nunca han existido o que están en desuso desde hace mucho tiempo. Existen diferentes tipo de rebotes pero todos con un denominador común, el correo no puede ser entregado.
¿Qué ocurre si lanzo una campaña con un alto índice de rebote? Primeramente tu proveedor de servicios de email marketing puede paralizarte la campaña y dejarla sin enviar, y aunque es eso te pueda parecer un fastidio inicialmente, créenos cuando te decimos que te está haciendo un favor.
Un rebote alto no significa necesariamente que estés haciendo spam, pero si puede estar íntimamente relacionado con esta práctica. Puede darse en casos cuando se realiza una primera campaña a una base de datos, que aun recopilada de forma legal, es muy antigua y no se haya realizado con ella ningún envío previo desde hace mucho tiempo y por tanto no se haya tenido la posibilidad de ir depurándola y dejándola solo con contactos activos.
Los ESP´s sí identifican un rebote alto con el spam, y esto puede afectar de forma negativa a la reputación del remitente. La reputación es un indicador que consultan los filtros antispam para clasificar a los remitentes y en función de esa puntuación llevar el correo electrónico a la bandeja de entrada de remitente, a la de spam o rechazarlo.
Es decir, que incide en la entregabilidad de la campaña y en la probabilidad de llegar a la bandeja de entrada del destinatario.
Estamos convencidos que después de leer este artículo es muy probable que ya no vuelvas a valorar la posibilidad de comprar una base de datos para tus campañas de email, por muy tentador que parezca.